¿CÓMO VIBRAR ALTO SI ESTOY EN UN LUGAR DONDE NO SE VALORA LA VIDA?

No sé en qué lugar del mundo te encuentras, pero tal vez estaríamos de acuerdo en que, ‘un lugar donde no se valora la vida’ hoy en día aplica a la mayoría del territorio del planeta (¡y de verdad que por increíble que parezca, sí hay excepciones!).

Yo nací en Colombia y las noticias sobre muertes, atentados, guerra, secuestros, corrupción han sido una constante en mi vida desde mi infancia. En mi memoria está grabado el día en que mataron al candidato presidencial que ofrecía una visión diferente de país en 1989, y yo tenía 5 años; el día en que se celebró la muerte del capo más buscado en un tejado en Medellín; el día en que al humorista-politólogo-periodista, que con cinismo y sátira se atrevía a cantar las verdades lo silenciaron una mañana de camino a la emisora donde trabajaba y tantos otros episodios más, que lo natural en mí sería creer que ésta es la única realidad, que nuestra naturaleza es la violencia y que no podemos convivir en paz porque ‘el hombre es un lobo para el hombre’.

Sin embargo, y muy a pesar de que mi profesión de politóloga me enseñó todo lo contrario, en los últimos años de mi vida he descubierto una forma diferente de observar estas circunstancias; de comprender que todos actuamos desde el nivel de consciencia que tenemos en el momento y que por lo tanto, el cambio, el verdadero cambio, el trascendental cambio, está en expandir nuestros niveles de consciencia. ¿Cómo se logra esto? Ken Wilber, conocido como el ‘Einstein de la consciencia’, nos explica que existen diferentes ‘niveles de consciencia’ en la evolución humana, que pasan desde una consciencia tribal en la que nos dividimos por grupos (tribus) y buscamos sobrevivir por encima de los demás, a una consciencia cósmica o de unicidad (tal vez no estoy usando los términos exactos que él emplea, pero me entiendes la idea), en la que reconocemos que el TODO es nuestro grupo, y aquí no hay separación. Te acepto como parte de mi mismo, entiendo que tu eres una parte integral de mi ser y en lugar de luchar contra mi mismo, me sano.

Así que ¿cómo elevar nuestra vibración si nos encontramos en un lugar en el que percibimos que no se valora la vida? Mi respuesta es expandiendo consciencia, entendiendo y aceptando que la luz siempre, siempre, siempre, aunque sea tenue, aunque sea una, siempre desplaza la oscuridad. Aceptando y no huyendo de lo que la ‘realidad’ nos muestra de nosotros mismos, aceptando que la indiferencia hace parte de mi, que el irrespeto por la vida, la separación, la ira, el dolor, hacen parte de mi y que por ende yo no soy una víctima de ellos, soy un agente de transformación.

Desde donde percibo que no se valora la vida, ahí estoy yo para recordar que la vida es un regalo, que la vida es amor, que yo soy amor y yo soy vida. Con la mente firme en la luz, así vibro alto.

CARO

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