Posiblemente todos en algún momento de la vida pasaremos por una etapa en la que buscamos la luz. Algunos le llamarán Dios, otros conciencia, otros pensarán que están buscando entender simplemente cómo funciona el universo. En realidad no importa.
En esta búsqueda, acontecimientos que nos estremecen como los de los últimos meses y días, en el campo de la política, del deporte, con la niñez, la violencia contra las mujeres, nos mueven el piso y nos cuestionan cualquier tipo de creencia que hayamos podido ir forjando para hacer sentido del mundo. Posiblemente muchos sienten que esa luz que habían empezado a ver o sentir, se va haciendo más tenue, más opaca, más lejana.
¿Por qué? Porque cuando ocurren estos acontecimientos, son como huracanes que pasan con fuerza, apagando las velas que hemos ido encendiendo dentro de nosotros. La oscuridad toma más fuerza y entonces pensamos que nos vamos quedando solos, y nos preguntamos si acaso no somos entonces nosotros los que estamos equivocados. Si deberíamos como los demás apagar hasta la última luz.
Esa es una decisión que sin duda podríamos tomar, somos libres de elegir lo que queramos experimentar. La otra opción es cuidar la vela que sigue encendida, protegerla, resguardarla, buscar más velas que quieran encenderse y tal vez prender una antorcha que brille con más fuerza.
¿A que viene todo esto? En tiempos en los que parece reinar la histeria colectiva, que pasa como un huracán arrasando con todo, tu puedes decidir si te unes o no. Con cada palabra que dices, o escribes, puedes decidir si apagas tu vela y la vela de alguien más o lo ayudas a mantenerla encendida.
Pero date cuenta del poder de la luz y de tu elección, porque ninguna cantidad de oscuridad puede tiene el poder de apagar tu luz.
Rezo porque hoy, mañana y siempre, ENOUGH velas se mantengan encendidas, se lo debemos a la memoria de Yuliana, a los miles de niños violentados cada día y a sus familias, al Chapecó y todas las víctimas de catástrofes humanas y naturales en el mundo, y a todos los sueños e ilusiones que creamos que hayan muerto en los últimos meses, por todos ellos hoy con más fuerza que nunca #YoNoApagoMiLuz.
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